El ministro portavoz del Gobierno, Pio Cabanillas, aprovechó ayer su conferencia en el Club Siglo XXI, titulada Valores y poder en la comunicación, para justificar las deficiencias informativas del Ejecutivo de Aznar ante la oleada de problemas sociales que se han acumulado en este país como el caso de las vacas locas o el síndrome de los Balcanes. 'En nuestra defensa diré que si falta claridad, también es cierto que vivimos en un momento histórico caracterizado por la enorme cantidad de información disponible y cualquiera tiene acceso a los datos que en otros momentos ni los especialistas conocían'.
Cabanillas estuvo arropado por el vicepresidente primero Mariano Rajoy; los ministros de Hacienda, Cristóbal Montoro; de Medio Ambiente, Jaume Matas; y el de Exteriores, Josep Piqué, y numerosos altos cargos de la Moncloa, para compensar la falta absoluta de representación del PP.
Tras cuestionar que la acumulación de información sirva para una mejor comprensión de la realidad, el ministro admite: 'Desde el Gobierno hemos vivido recientemente esta clase de conflictos informativos. Las últimas semanas han sido prolijas en asuntos de trascendencia pública innegable. Pero no me arrepiento de la decisión básica del Gobierno al respecto: la de facilitar toda la información contrastada disponible. Mucha gente espera que un Gobierno lo sepa todo. Esa caracterización del poder político conduce inexorablemente al mito de la omnisciencia'.
Cabanillas estimó que el desprecio al 'mito de la omnisciencia' es un signo de distinción de la generación política de Aznar respecto de la de Felipe González: 'Ni queremos ser líderes carismáticos ni pretendemos saberlo todo'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de enero de 2001