Parece una zanja de tantas, pero servirá para algo diferente, para que las basuras, el papel, el vidrio y el plástico circulen por las entrañas del Casco Viejo de Vitoria por conductos subterráneos. Los residuos llegarán a una depuradora mediante chorros de aire. Calles viejas, pero limpias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de enero de 2001