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Hefner y Pro-Pain muestran su modo de canalizar la energía del rock

Que el rock es un género asociado a la energía, tanto en lo puramente musical como a lo que a actitud se refiere, es uno de los tópicos que cuenta con menos excepciones. Sin embargo, no se trata de una vertiente musical tan limitada como para que todos sus exponentes estén cortados por el mismo patrón. El árbol del rock es lo suficientemente grande para que entre sus ramas convivan dos modos de entender la composición y la ejecución de una canción como los que muestran Hefner y Pro-Pain, dos bandas que actúan hoy en Euskadi.

Hefner presenta en el Kafe Antzokia de Bilbao (21.30; 2.200 pesetas) el disco We love the city (Too Pure - Everlasting Records), una docena de canciones que intentan captar la atención del oyente con una sucesión de crescendos de música pop confeccionados con las herramientas y la vocación ruidosa del rock. Aunque el mimo que pone el cuarteto en la composición permite que dicha fogosidad, esa búsqueda de la intensidad eléctrica, no entre en conflicto con una variedad de arreglos que incluye piano, trompeta, trombón, saxofón y flauta.

Humor y melancolía

La nueva entrega es la cuarta que pone en circulación el conjunto inglés y en su repertorio caben tanto flirteos con el rock and roll en una pieza que ataca a Margaret Thatcher, como raciones de humor y melancolía en un puñado de canciones que recuerdan a Blur, punta de lanza del brit pop junto a Oasis. Y es que la intención del trío de Essex, surgido la década pasada en una escuela de arte, es precisamente tener un sonido británico.

'Quiero sonar británico y tanto las canciones como las letras tratan de cosas de Londres e Inglaterra, pero muchos de mis discos favoritos son americanos. Y eso es algo que me da que pensar, porque yo no quiero sonar americano, no pretendo que esta banda suene americano por mucho que me puedan gustar todos esos discos', ha reconocido Darren Hayman, líder de Hefner. Su actuación en la capital vizcaína supone el inicio de una gira española que hasta el próximo sábado recalará también en la Casa del Loco de Zaragoza, sala Caracol de Madrid, el Roxy Club de Valencia y el Apolo de Barcelona.

Por su parte, los neoyorquinos de Pro-Pain van directamente al grano. Desde el primer momento sus canciones se convierten en una tormenta de decibelios, un chaparrón de guitarrazos contundentes y bases rítmicas veloces que esta noche (21.30; 2.400 pesetas) empapará a cuantos se acerquen a la sala Tunk! de Irún. Round 6 (Nuclear Blast) es el sexto elepé del grupo. En él demuestra que no se anda por las ramas, que se mantiene en la vertiente más dura del rock, y durante casi 40 minutos enfila su contenido hacia la fuerza del metal y una celeridad propia del hardcore. Dicha propuesta será reforzada hoy por 40 Grit y Unbound, teloneros de un cuarteto que desde 1992 plasma en sus discos diversos 'temas sociales'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de enero de 2001