El Ministerio de Medio Ambiente incorporó ayer a última hora, en el anteproyecto del Plan Hidrológico, las demandas de Castilla-La Mancha y la Junta de Andalucía. Hasta ahora el plan sólo se centraba en el trasvase del Ebro al Levante. En el primer caso se trata de otorgar rango de ley a la prohibición de trasvasar agua del Tajo al Segura cuando las reservas de los embalses de Entrepeñas y Buendía alcancen unos mínimos de 240 hectómetros cúbicos.
Otra de las concesiones fija un plan especial para la cuenca alta del Guadiana, donde conviven la escasez del agua con la sobreexplotación, debido a la desbocada proliferación de pozos para el riego de viñas. El secretario de Estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández, dijo ayer que se establecerán medidas para la reordenación de las extracciones subterráneas. El dictamen fue aprobado por mayoría con la abstención de Castilla-La Mancha.
En las concesiones a Aragón, se asume ejecutar las obras de regadíos declaradas de interés general el 7 de enero de 1915 en el alto Aragón (río Gállego) y el acuerdo de que el trasvase Ebro-Levante no entre en servicio, mientras no lo estén las obras del Pacto de Aragón. La Comisión volvió a aprobar el Plan de Baleares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de enero de 2001