El secretario general de Comisiones Obreras en Jaén, Miguel Ángel Soto, denunció ayer los abusos a los que están siendo sometidos inmigrantes que trabajan en la campaña de recogida de la aceituna por parte de caseros que cobran cifras astronómicas por el alquiler 'de algo que podría llamarse vivienda'. También asegura que a los que carecen de documentos les están alargando las jornadas laborales y reduciendo los salarios por debajo de lo estipulado en el convenio del campo.
Los sindicalistas han detectado que se hacina a grupos en naves industriales o casas sin las adecuadas condiciones de habitabilidad cobrándoles por día y persona. Esto implica, añadió Soto, que el propietario de una de estas casas puede estar ganando más de 200.000 pesetas al mes 'cuando, con un alquiler normal, obtendría 40.000 pesetas'. Situaciones como éstas se están dando, dijo, en localidades como Campillo de Arenas y en poblaciones de la sierra.
Soto añadió que si denuncia las irregularidades laborales, pone en peligro la fuente de ingresos de los inmigrantes. 'Sería peor el remedio que la enfermedad, pero estamos padeciendo una situación de descontrol', subrayó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de enero de 2001