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ARTE | LAS PIEZAS PROCEDEN DE LA COLECCIÓN SUIZA HAN CORAY

Bancaixa subraya el realismo estilizado del arte africano en una exposición con 155 obras

El arte africano se asocia frecuentemente a un expresionismo salvaje, crudo y brutal. Una imagen occidental que se diluye, sin embargo, en el principio básico subyacente en la mayoría de las 155 obras de arte africano que componen la exposicicón que ayer se inauguró en el Centre Cultural Bancaixa de Valencia. La moderación expresiva, la espiritualidad, la búsqueda del equilibro y el realismo estilizado de las piezas caracterizan esta muestra que reúne por primera vez en España una importante selección de los valiosos fondos de la colección Han Coray.

Junto a esa espiritualidad marcada en los rostros introspectivos de muchas de las esculturas de madera, destaca también como tema recurrente la celebración de la fertilidad y maternidad representadas a través de los órganos genitales sobredimensionados. La colección ahora en poder de la Universidad de Zúrich, una de las más importantes del mundo de arte africano, incorpora sobre todo 'valores estéticos más bien clásicos', apuntó ayer el coordinador Sasha Renner, aunque también recoge el naturalismo y la abstracción.

Así pues, la estética fue el motivo principal que movió a Han Carey y a su esposa a adquirir las obras, entre 1916 y 1928, a través de Paul Guillaume, el marchante mejor conocedor del arte africano durante el periodo de entreguerras. Fue, precisamente, en los años veinte cuando se empezaron a descubrir estas obras y a elevarse a categoría de arte con el respaldo de algunos representantes de las vanguardias europeas, como los dadaístas, por la carga simbólica opuesta a la tradición occidental.

Esculturas, máscaras, vasijas, joyas de hierro, marfil y hueso, armas y objetos variados forman parte de la exposición que se clausura el 1 de abril. La mayor parte de las piezas pertenece al siglo XIX. El arte africano no se ajusta a sus propios valores morales y sociales imperantes, siendo ajeno 'al escepticismo y a la posición crítica del arte moderno', recuerda en un texto el comisario de la muestra Miklos Szalay. El artista africano tiende a repetir modelos anteriores. 'Las esculturas africanas personifican una larga história', señaló Georg Baselitz.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de enero de 2001