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CARTAS AL DIRECTOR

Me despido

Señores, me despido. Con 25 años, licenciado y posgraduado en Económicas y cuatro idiomas, viendo la dinámica que sigue este país, no me queda otro remedio que emigrar a tierras más prósperas. Mi familia es de Barcelona de toda la vida y me encantaría poder seguir mi estela familiar, pero las circunstancias obligan.

¿Qué circunstancias? La subida de precios de la vivienda en propiedad y de alquiler, el transporte 'público', la alimentación, el gas, la luz, el agua..., ¡todo sube, señores!, igual que nuestro PIB y los no tan nuestros beneficios empresariales... ¿Todo? Bueno, quizá olvidaba los salarios -los de los trabajadores, claro-. A pesar de los esfuerzos del Gobierno y su propaganda difundida con tan imparciales medios de comunicación, he comprobado cómo, a pesar de lo bien que -nos dicen- va el país, yo he perdido un 30% de poder adquisitivo en dos años, teniendo que renunciar a la posibilidad de adquirir una vivienda o formar una familia y teniendo que ver cómo mi empresa tenía equis millones de beneficios, un 0% de los cuales iba dirigido a un aumento de sueldo.

Mientras, en mi ciudad, cada día se mueve más dinero, pero éste nunca llega a la gente; gente que -como yo- ve reducido su poder adquisitivo a diario y que empieza a estar harta de excusas. Quizá después de la crisis que se nos acerca sea conveniente -será imprescindible- otra revolución social, pero esta vez de verdad. De momento, yo me voy a buscar fortuna. Suerte.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de enero de 2001