Qué endémica manía la de querer politizarlo todo. Tuve el honor de formar parte del jurado que concedió el último Premio Cervantes y se me antoja una obviedad aclarar que los únicos responsables de su resultado final fuimos los allí reunidos con derecho a voto, concretamente 10 personas. Y no creo traicionar el compromiso de mantener en secreto nuestras deliberaciones si dejo constancia de que allí no hubo candidatos de ningún partido político, ni presiones externas, y que el clima fue muy cordial, y que nadie prohibió nada a nadie. Sólo, en un momento dado, cuando quedaron dos únicos finalistas, nos ratificamos en la idea de que el premio tenía que concederse, como mínimo, por mayoría de más de la mitad de 10. Quiero añadir que si se analiza la personalidad de cada uno de los miembros del jurado se verá que no lo formábamos precisamente individuos susceptibles de dejarnos influir por 'la presión de agentes sumamente alejados del mundo literario', como se ha dicho.- Salvador Pániker. Barcelona.
bo candidatos de ningún partido político, ni presiones externas, y que el clima fue muy cordial, y que nadie prohibió nada a nadie. Sólo, en un momento dado, cuando quedaron dos únicos finalistas, nos ratificamos en la idea de que el premio tenía que concederse, como mínimo, por mayoría de más de la mitad de 10. Quiero añadir que si se analiza la personalidad de cada uno de los miembros del jurado se verá que no lo formábamos precisamente individuos susceptibles de dejarnos influir por 'la presión de agentes sumamente alejados del mundo literario', como se ha dicho.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de enero de 2001