El arzobispo de Tegucigalpa, Óscar Andrés Rodríguez, que el 21 de febrero será investido cardenal y que ha sido mencionado como posible sustituto del papa Juan Pablo II, soñó en su niñez con ser saxofonista de un cabaré. Su sueño quedó en eso, aunque su interés por la música le dio la satisfacción de aprender a ejecutar no sólo el saxofón, sino también el piano, la guitarra, la batería y el acordeón, entre otros instrumentos. Testigos de su talento musical fueron sus otrora compañeros de estudio en el Instituto Salesiano San Miguel, en Tegucigalpa, y en El Salvador, país este en el que estudió piano. En declaraciones a un canal de la televisión hondureña, Rodríguez, que además es piloto, dijo que comenzó a volar desde los 14 años, pero que por ser menor de edad no pudo obtener la licencia. 'He volado mucho', expresó Rodríguez, quien, entre otros cargos, ha sido secretario y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam). El nuevo cardenal, cuyo nombramiento ha sido recibido con júbilo en Honduras, también habla ocho idiomas: alemán, español, francés, griego, inglés, italiano, latín y portugués.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de enero de 2001