El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, sigue buscando el chaleco blindado que sus antecesores en el puesto se han pasado sucesivamente desde hace décadas para afrontar a los periodistas. La tradición la comenzó Ron Nessen, portavoz durante la presidencia de Gerald Ford, quien en 1977 pasó la prenda a su sucesor, Jody Powell, encargado de enfrentarse a la prensa bajo el mandato de Jimmy Carter. Adjunta iba una nota en la que Nessen manifestaba su confianza de que Powell nunca tuviera necesidad de utilizar la prenda. Desde entonces, cada portavoz deja en el despacho el chaleco, junto con una nota amistosa. Pero Fleischer asegura que el chaleco no está, por lo que espera la ayuda de America Most Wanted, el programa de televisión que trata de localizar a los delincuentes más buscados del país. Su antecesor en el cargo, Jake Siewert, asegura que respetó escrupulosamente la tradición, y que dejó el chaleco y la correspondiente nota en el armario del despacho. Siewert cree que alguien se lo llevó por equivocación en la fiebre limpiadora que se produce en la Casa Blanca con cada cambio de administración, y que obliga a vaciar todos los despachos de la sede presidencial.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de enero de 2001