Cientos de policías patrullaban ayer la plaza de Tiannamen, en Pekín, llevando extintores para evitar nuevas protestas un día después de que cinco personas, presuntamente miembros del movimiento espiritual Falun Gong, prohibido por las autoridades chinas, se inmolasen en la plaza. Los policías chinos instalaron controles en los ocho accesos a la plaza y cacheaban a los turistas que se acercaban ayer a Tiannamen para celebrar el primer día del Año Nuevo chino -el Año de la Serpiente-.
Pese a este dispositivo de seguridad, varios miembros de Falun Gong se saltaron el cerco policial y lograron llegar al centro de la plaza. Allí comenzaron a gritar consignas como 'Falung Dafa [fundador del movimiento] es dios', pero su protesta duró sólo unos minutos. Los agentes se abalanzaron sobre ellos y se los llevaron a la fuerza en un furgón.
La protesta del día anterior, en la que, según la agencia oficial de noticias china Xinhua, se prendieron fuego a lo bonzo cinco miembros de Falun Gong, muriendo uno de ellos, fue desmentida el mismo martes desde Hong Kong y Nueva York por portavoces de este movimiento religioso, que consideran esa información como propaganda del régimen chino para desacreditarles. 'El así llamado intento de suicidio en Tiannamen no tiene nada que ver con los practicantes de Falun Gong porque nuestras enseñanzas prohíben toda forma de muerte', señalaron desde el centro de información de Nueva York de Falung Gong.
La autoridades temen que las reiteradas protestas de Falun Gong, así como las informaciones sobre los casos de muertes y torturas de sus miembros por la policía china, pongan en peligro la candidatura de Pekín a albergar los Juegos Olímpicos en el año 2008. El Comité Olímpico Internacional visitará la capital china el mes próximo y tomará una decisión al respecto en julio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de enero de 2001