El director de la revista Arquitectura Viva, Luis Fernández Galiano, aseguró ayer en la Universidad Politécnica de Valencia que en la década de los noventa, 'la arquitectura se ha convertido en un espectáculo'. Señaló que antes la arquitectura 'era una disciplina de la que sólo hablaban los propios profesionales, pero en la actualidad está en boca de todos'.
El arquitecto madrileño y crítico del suplemento cultural Babelia de EL PAÍS afirmó que esta arquitectura del espectáculo tiene aspectos positivos, como el hecho de que se discuta en los periódicos, pero también negativos, 'ya que una buena parte de la arquitectura reciente se ha construido en función de ese impacto'. En su opinión 'el mayor efecto negativo es que los arquitectos trabajan para captar la imaginación del público'. El Museo Guggenheim, de Frank Gehry, o la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, diseñada por Santiago Calatrava, son ejemplos de esta política del espectáculo, indicó el crítico. 'Esta arquitectura del espectáculo forma parte del mundo contemporáneo, no podemos tener un juicio ético al margen del resto de actividades succionadas por el mundo del espectáculo', agregó. Galiano destacó a Calatrava y Rafael Moneo como los arquitectos españoles de mayor proyección.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de enero de 2001