El crematorio de animales Rebisa, situado en la localidad leonesa de Cabreros del Río, desobedeció ayer la orden del Ayuntamiento, entregada en mano por un funcionario al mediodía, para la paralización de la actividad por deficiencias en el sistema de vertidos y emanaciones de malos olores. La empresa tenía el mandato de la Junta de Castilla y León para continuar con el trabajo, a pesar de la comunicación oficial del Consistorio, según señalaron fuentes municipales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de enero de 2001