El PSOE 'ofrece' al Gobierno una fórmula que no vulnera la nueva Ley de Extranjería, aprobada sin su apoyo, para regularizar la situación de los inmigrantes. Los extranjeros en situación irregular pero con posibilidad cierta de tener un puesto de trabajo no tienen por qué trasladarse a su país de origen y desde allí tramitar su permiso de residencia, previa recepción de un contrato de trabajo, sino que pueden hacerlo desde España, a través de su embajada y sus consulados. Ésta es la oferta que ayer hizo en Santiago el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.
La fórmula de Zapatero levantó un aplauso inmediato de los más de 800 concejales y alcaldes socialistas reunidos ayer en la capital gallega para celebrar su primera convención municipal organizada por el responsable de Ciudades y Política Local del PSOE, Álvaro Cuesta. El líder socialista inauguró los trabajos y sin forzar el discurso habló de los inmigrantes, dado que atribuyó a los ayuntamientos una labor esencial en la integración de los extranjeros. Deben serlo en el futuro pero ya lo son hoy, recordó el líder del PSOE, que agradeció la labor de los ayuntamientos 'de todo color' en la atención de los inmigrantes en contraste 'con la nula actuación del Gobierno' en esta materia.
El líder del PSOE se preguntó cómo es posible que el Ejecutivo considere razonable la tardanza de 16 meses para autorizar a un inmigrante que pueda trabajar en España. Zapatero estima 'disparatado' que estos trabajadores, en su mayoría con posibilidades de trabajo e incluso con puesto laboral seguro al día de hoy, tengan que volver a sus países y desde allí tramitar la entrada previa recepción de un contrato laboral. 'Estos inmigrantes no tienen por qué moverse de España sino que, sin vulnerar la ley, cada uno debe ir a su embajada o a su consulado y desde ahí hacer todos los trámites incluido el contrato laboral', ofreció como fórmula el líder de los socialistas.
La propuesta no fue hecha en el vacío sino que en estos momentos el Grupo Parlamentario Socialista elabora una proposición no de ley en la que se concreta esta solución que ha nacido de la situación indefinida en la que quedan muchos inmigrantes, singularmente de Ecuador, tras la aprobación de la Ley de Extranjería.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de enero de 2001