El testigo principal de la acusación particular del caso Fonseca (muerte de un inmigrante en la comisaría de Arrecife, Lanzarote), Juan José Hormiga, reiteró ayer en el Juzgado de Instrucción número 2 de Arucas (Gran Canaria) su versión de que presenció la presunta paliza que varios agentes propinaron a Antonio Fonseca en las dependencias policiales.
Hormiga señaló durante sus tres horas de declaración que la noche del pasado 20 de mayo, fecha de la muerte de Fonseca, él estuvo en comisaría entre las 1.30 y las 5.00, por lo que pudo, dijo, presenciar la supuesta paliza, aunque no se ha podido demostrar que estuviera en comisaría aquella noche. La policía ha sostenido que la noche de autos, Hormiga ni estaba detenido. El abogado del Estado, Emilio Martínez, dijo que Hormiga incurrió en numerosas contradicciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de enero de 2001