Un grupo de empleados interinos de la Administración autonómica se sumaron ayer a sus compañeros encerrados en la sede de la Consejería de Administración Pública para denunciar la precariedad de su situación laboral, en algunos casos después de diez o más años al servicio de la Generalitat, y exigir que se reconozcan los derechos que han adquirido para acceder en condiciones favorables a futuras ofertas de empleo público. Cerca de un tercio del personal al servicio de la Administración autonómica carece de plaza fija, una situación que ha provocado las denuncias del Síndic de Greuges.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de enero de 2001