Peter Mandelson, principal confidente de Tony Blair, está convirtiendo su forzada dimisión en arma de fuego contra el Gobierno británico. El ex ministro de Irlanda del Norte descargó personalmente las primeras balas en defensa de su inocencia a través de un dominical y se sirvió ayer de un amigo para acusar al primer ministro de exigir apresuradamente su cabeza para llegar a tiempo al encuentro matutino con los corresponsales políticos. 'Cometí el error de hablar antes de tener todos los datos. Es un error trivial que se convirtió en un enorme juicio erróneo que condujo a mi dimisión', dijo Mandelson en la primera fase de una campaña por limpiar su nombre. De aliado, Mandelson pasa a ser un enemigo de potenciales consecuencias catastróficas para el Gobierno laborista, que se prepara para las elecciones generales previstas en mayo.
El entorno de Tony Blair moderó ayer el tono del ataque colectivo contra Peter Mandelson, el dimitido ministro a consecuencia de su interés por la tramitación de un pasaporte británico a un millonario de nacionalidad india que patrocinó la Cúpula del Milenio. 'Peter cometió un error. Hizo algo incorrecto y dimitió del Gobierno. Es una tragedia para Peter y, por supuesto, es una pérdida para el Gobierno, pero la vida debe continuar', señaló el ministro de Sanidad, Alan Milburn.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de enero de 2001