El vendaval que azotó la región la madrugada de ayer arrasó los invernaderos de Villa del Prado, al suroeste de la región. Los agricultores vieron ayer al despertarse cómo el viento había echado a perder los cultivos y había convertido las estructuras de hierro de los invernaderos en nudos inservibles. Los labradores calculan que sólo en Villa del Prado se perdieron 1.000 millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de enero de 2001