Ericsson instalará en Madrid uno de los tres centros de pruebas para la telefonía móvil de tercera generación (UMTS) con que el fabricante sueco contará en todo el mundo, junto a los de Londres y Estocolmo.
Este centro se encargará de garantizar de la integración de las redes y equipos de los distintos operadores, y deberá estar abiertos al resto de fabricantes para asegurar un único estándar.
La instalación deberá estar operativa a partir del 1 de marzo próximo, para cumplir con los compromisos exigidos por la Administración a los operadores de dar servicio el 1 de agosto de 2001. No obstante, tanto fabricantes como operadores ya han reconocido que para esa fecha sólo habrá 'servicios precomerciales' de UMTS, y que hasta finales de 2002 no se podrá hablar de una verdadera explotación comercial.
Dicho centro, en el que trabajarán más de 50 técnicos, supondrá una inversión inicial de alrededor de 2.000 millones de pesetas. Este equipo se unirá a las 500 personas que Ericsson ha destinado en España para el despliegue y desarrollo de la red de UMTS de Telefónica Móviles y Xfera, que le han adjudicado la primera fase de su infraestructura de telefonía multimedia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de enero de 2001