Comisiones Obreras ya tiene preparada su respuesta al recurso interpuesto ayer por el Gobierno. Este sindicato propondrá a UGT y CSIF -entre los tres representan al 75% de los empleados públicos- una serie de movilizaciones que culminarán con una huelga general progresiva entre finales de mayo y principios de junio. El secretario general de ese sindicato, José María Fidalgo, aseguró que habrá movilizaciones 'de forma inmediata y masiva' para instar al Ejecutivo a que abone los atrasos salariales a los empleados públicos.
Fuentes de la central aseguraron a este periódico que se han previsto manifestaciones en todas las capitales de provincia entre los días 12 y 18 de febrero. En esa fecha también se realizarán encierros de delegados sindicales en edificios públicos. Coincidiendo con la publicación cada mes del dato de la inflación, también habrá concentraciones de delegados a las puertas de los edificios de la Delegación del Gobierno en cada ciudad (en Madrid se hará ante el Ministerio de Economía).
Desde febrero a junio se convocarán protestas (algunas de ellas concentrarán a todos los funcionarios públicos en Madrid), que culminarán en una serie de paros de duración ascendente a finales de mayo. El propósito es llegar a una o dos jornadas de huelga general en el sector público en junio.
Ése es el calendario que propondrá CC OO a los otros dos sindicatos. Los líderes de CC OO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, respectivamente, quieren coordinar su acción, aunque hoy UGT presentará por separado su propuesta de movilizaciones.
Reuniones con la oposición
Comisiones Obreras intentará desde hoy recabar apoyos para el pulso con el Gobierno. Representantes del área pública de CC OO mantendrán esta mañana sendas reuniones con el Grupo Parlamentario Socialista y con el de Izquierda Unida. En representación del PSOE acudirá su portavoz en el Congreso, Jesús Caldera, y el representante de IU será su coordinador general, Gaspar Llamazares. CC OO confía en poder reunirse también con otros grupos parlamentarios.
Fidalgo utilizó la máxima contundencia para referirse a la actitud del Gobierno de no ejecutar la sentencia. Para el dirigente de CC OO, el Ejecutivo mantiene una actitud 'compulsivamente autoritaria' que le ha llevado a un 'desacato firme a una resolución del poder judicial'. Fidalgo advierte de que su sindicato tiene gran capacidad de negociación pero también 'mucha capacidad de movilización'. 'Éste es un conflicto político. Toda la sociedad española está informada de qué catadura tiene el Gobierno; es éste el que lo ha metido en el charco de la política', indicó Fidalgo. El cariz político que ha tomado el asunto tras el veredicto de la Audiencia Nacional no desanima al líder de Comisiones Obreras. 'Vamos a ganar esta lucha', pronosticó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de enero de 2001