El presidente egipcio, Hosni Mubarak, que ha tomado en las últimas horas el relevo en la dirección del proceso de paz y trata de vencer las resistencias de Barak, ambiciona poder cerrar ahora los acuerdos de Taba, pero también quiere aprobar un programa de negociaciones intensivas a partir del 1 de marzo que permitirían la firma de un acuerdo definitivo dos semanas más tarde, es decir, el 15 de marzo. Pero Barak también lanzó ayer ante la prensa internacional una reprimenda a Arafat por las acusaciones vertidas contra Israel el pasado domingo en la Conferencia de Davos. 'No es el líder ideal para concluir un acuerdo de paz', dijo, 'pero es el que hay'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de enero de 2001