Un hombre joven, al parecer un guerrillero de las FARC que decidió desertar de las filas insurgentes, secuestró ayer un avión de la empresa comercial Satena, perteneciente a la Fuerza Aérea de Colombia, para salir de la zona de distensión donde tiene lugar el diálogo de paz.
El drama para 26 pasajeros y 5 tripulantes comenzó poco antes de las cinco de la tarde en San Vicente del Caguán, eje de la zona desmilitarizada. El secuestrador, vestido de civil, y con una pistola de nueve milímetros, llegó corriendo al avión cuando la mayoría de los pasajeros habían embarcado. Una hora después la nave aterrizó , tal como lo había exigido el secuestrador, en el aeropuerto militar de Bogotá. Desde el avión, ubicado en la cabecera de la pista, empezó de inmediato la negociación. A última hora se conocieron las primeras exigencias para liberar a los rehenes: garantías para la salida del país del secuestrador y la presencia de delegaciones de la presidencia, la Fiscalía, y organizaciones de derechos humanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de enero de 2001