El ministro de Defensa negó que sus cálculos sobre una cifra de víctimas superior a las 100.000 sean meras especulaciones. Fernandes explicó que había llegado a esa conclusión provisional después de visitar ciudades arrasadas por el terremoto, como Bhuj, con 150.000 habitantes, o Bachau, con 40.000, ambas en la zona de Kutch, cerca de Pakistán.
Las cifras oficiales se mantienen en los 20.000 muertos, y el propio primer ministro, Atal Behari Vajpayee, dijo ayer que es demasiado pronto para establecer una cifra definitiva. Si se confirma que los muertos son más de 100.000, el terremoto se convertiría en la peor catástrofe natural desde mayo de 1991, cuando un ciclón barrió Bangladesh y causó una cifra similar de víctimas.
Mientras tanto, la ayuda internacional se centra en rescatar a los últimos supervivientes y en proporcionar cobijo y alimentos a las decenas de miles de personas que se han quedado sin hogar. El miedo a las epidemias hace que miles de personas estén huyendo del Estado de Gujarat. A pesar del fuerte olor que inunda poblaciones enteras, las autoridades locales aseguran que todavía no se han desatado brotes epidémicos.
En cuanto a la reconstrucción de la zona, una de las más industrializadas de India, el primer ministro dijo ayer que será imprescindible cobrar impuestos especiales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de enero de 2001