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VISTO / OÍDO

El búnker

Se llamó 'búnker' a los franquistas que se resistían en las falsas Cortes (toda la legalidad era ilegal); una palabra alemana que se refería a una fortaleza de guerra y se aplicó al refugio de Hitler en los últimos días de su guerra y donde se suicidó. El Gobierno se está encerrando en un búnker. Tiene sensación de cerco, de que se le ataca a muerte y debe defenderse, lo cual le lleva a unos desplantes producto de ese miedo tan derechista; ese talante es el que irrita y hace que se le vea cada vez peor. Decir que la huelga de hambre de los inmigrantes es un 'chantaje' es una provocación a la gente 'con sentimientos', tan mal vista; 'humanitaria', que es algo que debe reservarse para los terremotos lejanos. Proponer a la UE, como hizo Arias, ministro de Agricultura, que se exportase el pienso de los priones es un ataque a los mismos países de donde se emigra, un riesgo de extender la encefalopatía a medio mundo.

Alzar las Cortes contra la justicia es trabajo de búnker, de últimos días. Ve a los jueces (menos a uno) como rojos. No creo que la deuda con los funcionarios sea cuestión de que se le disparen los presupuestos, porque ni siquiera negocia formas de pago, y vuelve al desplante al negar a los sindicatos un trato. Es una cuestión de habitantes del búnker. No pienso que la cantidad reclamada sea excesiva. Yo no entiendo bien esas cifras, pero cuando veo que media docena de bancos han ganado en el año una cantidad muy superior a la que reclaman los funcionarios, pienso que de todos esos sectores podría salir con creces el dinero injustamente negado. Cuando veo que se van a comprar los piensos prohibidos para quemarlos y se va a indemnizar a los ganaderos, supongo que es también más dinero, y no sé si hay partidas para la gente humilde, los obreros de los sectores que se van a quedar sin trabajo o los pequeños restaurantes y las carnicerías que están perdiendo, me pongo hecho un demagogo.

Pero no creo que haya tantos demagogos. Lo más normal es decir que el Gobierno está 'desbordado' por unos sucesos que se juntan y que son graves. No veo que los Gobiernos de otros países afectados por las mismas causas estén desbordados: es que éste no sabe bien gobernar, y cree que la mejor defensa es el ataque. Tenían media razón sus antepasados al decir que España no estaba preparada para la democracia: eran ellos los que no estaban preparados. Los políticos. La derecha global. (Ah, ayer, el israelí Simón Peres decía que los sentimientos y las emociones allí no están preparados para la paz: siga su guerra).

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de enero de 2001