Un juzgado de lo contencioso-administrativo de León revocó ayer el cierre cautelar de la incineradora de animales de la empresa Rebisa, de Cabreros del Río (León), dictado por el Ayuntamiento hace poco más de una semana por vertidos insalubres y malos olores. A pesar de la orden del Consistorio, dada tras un pleno municipal donde PP y PSOE votaron de forma unánime por el cierre de la planta incineradora, las instalaciones no han cerrado hasta ahora, y la Delegación del Gobierno en Castilla y León ha declarado la empresa bien de interés público para evitar su paralización.
Rebisa, la única planta de incineración de animales de la comunidad autónoma, trabaja intensamente desde la aparición de casos de vacas locas en Castilla y León. El Ayuntamiento ha denunciado que los desechos de los animales no se depositan en compartimentos estanco, sino que, como en el caso de la sangre, se vierten directamente a un riachuelo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de enero de 2001