José Ángel Biel, vicepresidente regionalista del gobierno de Aragón, acudió ayer a Valencia para trasladar en persona la calidad del 'sentimiento' capaz de arrastrar a 400.000 aragoneses -más de un tercio de la población de la región- para expresar en las calles de Zaragoza su oposición al trasvase de aguas del Ebro. Biel recordó que las comunidades autónomas tienen transferidas las competencias sobre ordenación del territorio y comentó que detraer 1.050 hectómetros cúbicos de aguas del Ebro, tal como prevé el Plan Hidrológico Nacional (PHN), supone atentar contra la capacidad de Aragón para diseñar su desarrollo futuro.
Por esa razón, por la invasión desde el Estado de un ámbito de competencias cedido a los gobiernos regionales, Biel anunció que Aragón recurrirá la ley que sustenta el PHN ante el Tribunal Constitucional. También recordó que Marcelino Iglesias, presidente socialista de Aragón, tiene previsto solicitar hoy la intervención de Bruselas para detener las ayudas europeas al desarrollo del proyecto.
Biel recordó que en 1915 el Gobierno central aprobó el denominado plan de regadíos del Alto Aragón y subrayó que, '86 años después', sólo se han ejecutado un tercio de las inversiones previstas. '¿Alguien puede creer que en ocho años se van a desarrollar las 784 obras previstas en el PHN y los 32 pantanos previstos en el Pacto del Agua de Aragón con una inversión de tres billones de pesetas?', se preguntó el vicepresidente aragonés.
Biel dijo que Aragón sólo tiene 'dos recursos naturales, el territorio y el agua'. Admitió que el agua es de dominio público, 'lo mismo que las costas', pero insistió en que Aragón no puede renunciar a su única riqueza y limitar su desarrollo. 'Una mayoría coyuntural, por muy absoluta que sea, no puede hipotecar el desarrollo de Aragón', dijo. 'No se puede aprobar el PHN con 14 votos en contra en el consejo del agua', siguió. 'El Gobierno dice que está abierto a negociar, pero ha aprobado el proyecto de PHN como lo presentó y reitera que va a sacarlo adelante por cañetes', sentenció, en alusión a las declaraciones del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de febrero de 2001