¿Quién ha dicho que el fútbol racial es una antigualla, una nostalgia del pasado más anacrónico? Había que ver ayer al argentino Claudio Arzeno llevando el balón de un área a otra y rematando de cabeza como un delantero centro a la antigua usanza. Su valentía, su coraje y un cabezazo suyo valió el gol, devolvió la dignidad al Racing, resignado hasta entonces con su triste sino de equipo perdedor. El temperamento batallador de Arzeno hizo vibrar a los aficionados, que corearon su nombre hasta el final del encuentro. Incluso el técnico Gregorio Manzano, se dejó influir por el entusiasmo del público y envió al defensa argentino a la posición de delantero centro. No había otra posibilidad.
RACING 1 | ZARAGOZA 1
Racing: Ceballos; Tais (Colsa, m. 74), Arzeno, Mellberg, Juanma; Espina, Jaime (Manjarín, m. 45), Julio Álvarez, Amavisca; Mazzoni y Preciado (Morán, m. 45). Zaragoza: Juanmi; Pablo, Aguado, Paco, Lanna; Aragón, José Ignacio, Ferrón (Ravimov, m. 80), Vellisca (Juanele m. 89); Montenegro (Cuartero, m. 66) y Yordi. Goles: 0-1. M. 1. Ferrón remata un balón que llega rebotado a la banda derecha. 1-1. M. 71. Arzeno cabecea a la red un centro desde la banda derecha. Árbitro: García Aranda, del colegio madrileño. Mostró tarjetas amarillas a Mazzoni, Jaime, Pablo, Paco, José Ignacio y Espina. Expulsó por doble amonestación a Gagón en el minuto 56. Unos 8.000 espectadores en El Sardinero.
En cualquier caso, el Racing cayó víctima de sus propios errores. En el primer minuto de juego, el más atolondrado del partido y el de menos concentración, recibió el primer gol. A continuación, el equipo de Luis Costa castigó al Racing, un equipo nervioso y mal colocado, pero no le noqueó porque careció de pegada y de intensidad.
En la segunda parte cambió el decorado por completo. Manzano introdujo retoques en su dibujo táctico. El ex madridista Julio Álvarez sustituyó a Jaime como eje, y la entrada de Manjarín dio mayor frescura al juego de ataque del cuadro cántabro. Además, en el minuto 56 se produjo un episodio que resultó determinante: la expulsión de Aragón dejó al Zaragoza en inferioridad numérica y a merced de su adversario. Entonces salió el brote racial de Arzeno, el Racing resurgió de sus cenizas y acorraló en su área al equipo maño. Pero no era el día de Mazzoni ni de Preciado. Y por si fuera poco la suerte se mostró esquiva con el Racing. Un disparo fortísimo de Amavisca desde fuera del área encontró la réplica de Juanmi, autor de las mejores paradas del partido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de febrero de 2001