El tribunal escocés que ha juzgado en Holanda el derribo en 1988 por una bomba de un avión de Pan Am sobre Lockerbie (Escocia), que costó la vida a 270 personas, condenó ayer a cadena perpetua a sólo uno de los dos agentes libios procesados. Familiares de las víctimas, como se aprecia en la foto, celebraron el fallo. EE UU anunció que mantendrá las sanciones contra Libia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de febrero de 2001