Naomi Campbell tiene un problema. O mejor, dos: el alcohol y las drogas. La modelo ha reconocido su dependencia de los narcóticos y, según ha desvelado el periódico británico The Mirror, desde hace tres meses asiste a sesiones de Alcohólicos Anónimos. Todo por amor. Al parecer, su novio, el empresario de fórmula 1 Flavio Briattore, ha conseguido convencerla de que había llegado el momento de cortar por lo sano con el pasado. También el italiano fue el origen de un anterior ingreso de la modelo en un exclusivo centro de Arizona donde trataron sus accesos de ira. Campbell, de 30 años, 'ha tocado fondo y gracias al cielo ha salido a flote', ha declarado alguien próximo a ella al diario. Quienes la conocen aseguran que la maniquí se inició en el mundo de las drogas al poco de pisar por primera vez las pasarelas. Era poco más que una niña cuando un cazatalentos la descubrió mientras paseaba por el londinense Covent Garden, y pasó del humilde barrio de Brixton a amasar una considerable fortuna. Desde entonces ha protagonizado algunos titulares de las páginas de sucesos, como cuando fue ingresada en un hospital de Las Palmas donde fue sometida a un lavado de estómago tras discutir con su pareja de entonces, el bailarín Joaquín Cortés. Y en 1999 se vio ante un tribunal por una demanda presentada por su secretaria, Georgina Galanis, que la acusaba de utilizar con ella la violencia. Quienes la conocen aseguran que la Campbell ha prometido que esta vez es la definitiva.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de febrero de 2001