El proceso de venta de activos de Endesa e Iberdrola, piedra angular de la operación, deberá estar cerrado en 14 meses como máximo, según explicó ayer el ministro de Economía, Rodrigo Rato. Los plazos concretos, sin embargo, se mantendrán en secreto para no perjudicar a los ofertantes.
Dentro de ese plazo máximo, hay unas fechas de obligado cumplimiento por parte de las empresas y de la Administración. Así, Endesa e Iberdrola cuentan ahora con un plazo de 10 días para presentar al Servicio de Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía un plan de desinversiones concreto. Competencia lo examinará y aprobará antes de dos meses. Luego, las empresas tendrán un mes para proponer los paquetes de activos que quieren vender. Competencia, nuevamente, examinará la propuesta y la aprobará en un plazo máximo de dos meses. A partir de ese momento, se abre un periodo de precalificación de 60 días al que habrá que añadir un plazo de tres meses más hasta que se fijen las fechas de la subasta.
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Sumados los plazos que deben cumplir las empresas y la Administración, el periodo en el que debe culminar el proceso de desinversiones oscila entre los 10 y los 14 meses como máximo.
El Tribunal de Defensa de la Competencia había propuesto que la venta de activos se llevara a cabo, central por central, en un plazo máximo de seis meses. Tanto Endesa como Iberdrola consideraron que ese periodo marcado por el Tribunal era demasiado escaso. El presidente de Endesa, Rodolfo Martín Villa aseguró, gráficamente, que la propuesta equivalía a vender 100 centrales eléctricas en 120 días.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de febrero de 2001