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El desempleo en EE UU refleja la desaceleración de la economía al elevarse hasta el 4,2% en diciembre

El paro sube con rapidez en EE UU. Los datos de ayer del Departamento de Trabajo indican que el desempleo subió dos décimas en enero, hasta un 4,2% de la población activa, frente al 4% registrado en diciembre. Las mismas estadísticas muestran, sin embargo, un fuerte aumento de los empleados (268.000 más que en diciembre), lo que ofrece una imagen borrosa de la situación laboral.

La explicación de los datos aparentemente contradictorios radica, según los analistas, en dos factores: el clima y la marcha divergente de la industria y los servicios. Noviembre y diciembre fueron meses muy fríos, lo que obligó a paralizar numerosos trabajos de construcción (donde los contratos y el salario se contabilizan por horas) que se reemprendieron en enero, un mes de temperaturas relativamente suaves en la mayor parte del país. Los contratistas se retrasaron en el anterior trimestre y han tenido que contratar más personas en enero para recuperar el tiempo y aprovechar el paréntesis de temperaturas benignas. La industria, por su parte, sufre una hemorragia de empleos (56.000 menos en diciembre y 65.000 menos en enero), mientras los servicios siguen captando trabajadores.

'Una vez se disipe la distorsión por el clima, en los próximos dos meses, creo que el cuadro reflejará que la economía se frena y el mercado de trabajo se contrae paralelamente', opinó Robert Brusca, economista jefe de Ecobest Consulting. Un elemento que indica que el mercado laboral se enfría es el salarial: los sueldos se mantuvieron como en diciembre, en una media de 14,02 dólares por hora, pese a que todas las estimaciones preveían un alza del 0,3%.

Los datos de empleo fueron acogidos con decepción en los mercados financieros. Wall Street contaba con un aumento del paro (lo esperaba menor, del 4,1%), pero también con una reducción apreciable del número de empleados. Despejada toda posibilidad de tendencias inflacionistas en los salarios, la Reserva Federal habría tenido menos reparos en seguir bajando los tipos de interés. Los inversores temen que la Fed decida esperar a conocer la evolución del mercado de trabajo en febrero, antes de decidir un nuevo abaratamiento de los créditos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de febrero de 2001