El consejero del Tribunal de Cuentas Ciriaco de Vicente ha presentado un voto particular a la fiscalización realizada del Ayuntamiento de Marbella porque, aún estando de acuerdo con el fondo del informe, lamenta que se haya permitido que las alegaciones las realice el alcalde de esa localidad, Jesús Gil, y no el pleno de la corporación municipal, lo que a su juicio trasgrede la Ley reguladora del Funcionamiento del Tribunal de Cuentas. Con esa forma de actuar, arguye, 'el Tribunal se ha autolimitado en el ejercicio de sus funciones fiscalizadoras al privarse de la información sobre las circunstancias de la gestión económico-financiera del Ayuntamiento que en el pleno de dicho Ayuntamiento hubieran podido expresar todos sus miembros'. El texto del voto particular, de 39 folios, contiene un duro alegato contra el ponente del informe por haber aceptado que las alegaciones las formule Jesús Gil, ya que, en su opinión, eso ha conllevado una renuncia del Tribunal de Cuentas a contar con más información así como una indefensión para los concejales que se encuentran en la oposición (PSOE, PP y PA) en Marbella.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de febrero de 2001