La primera jornada de huelga en el metal convocada por ELA y LAB tuvo ayer un seguimiento desigual. El paro afectó sobre todo a las pymes (pequeñas y medianas empresas) guipuzcoanas y de comarcas vizcaínas como el Duranguesado. Los convocantes cifraron en un 70% las empresas que pararon en ambas provincias. La patronal, que deploró la 'contundente' actuación de los piquetes, aseguró que sólo secundaron la convocatoria el 40% de los trabajadores guipuzcoanos del sector y el 30% de los vizcaínos. Ambas partes coinciden, eso sí, en que Álava fue el territorio menos afectado.
Las centrales nacionalistas convocantes explicaron la menor incidencia en Álava porque en este territorio varias empresas del sector cuentan con convenio propio. La patronal alavesa (SEA) apuntó que el seguimiento en esta provincia fue 'totalmente inapreciable' y no se produjeron problemas, salvo la actuación de algunos piquetes esporádicos en Salvatierra, Betoño-Gamarra y el Valle de Ayala.
José Mari Larrañaga y Ángel Mateos, secretarios generales del metal de ELA y LAB, respectivamente, consideraron un 'verdadero éxito' el paro, que, según ellos, apoyaron empresas como Altos Hornos de Bergara, GKN y Tesa. En conjunto, siempre según estas centrales, pararon el 70% de las firmas vizcaínas y guipuzcoanas y el 30% de las alavesas.
'Con el comienzo de esta serie de huelgas colocamos la primera piedra de cara a la consecución de las 35 horas en el sector', destacó Mateos, quien emplazó a la patronal y a las centrales CC OO y UGT, que no apoyaron el paro, a modificar sus posturas.
El análisis de Confebask fue, como es lógico, muy diferente. La patronal situó el seguimiento del paro entre un 30% y el 40% en Guipúzcoa, entre el 25% y el 30% en Vizcaya, afectando sobre todo a pymes, y en un 5% 'como mucho' en Álava.
Confebask y la patronal vizcaína del sector (FVEM) criticaron la actuación 'contundente' de los piquetes que, aseguraron, causaron daños importantes en algunas empresas. ELA y LAB, en cambio, se quejaron de la 'desproporcionada' actuación de la Ertzaintza, que detuvo a un integrante de un piquete en Lemoa por no querer identificarse.
Las dos centrales nacionalistas, que realizaron a lo largo de la mañana varias manifestaciones comarcales, aseguraron que trabajarán en los próximos días para conseguir que más empresas se sumen a las nuevas jornadas de huelga, previstas los próximos días 8 y 9. El convenio del sector afecta a 54.000 trabajadores en Guipúzcoa, unos 40.000 en Vizcaya y 15.000 en Álava.
Comisiones Obreras y la UGT acusaron a las centrales nacionalistas de presionar a los trabajadores y de utilizar el paro como 'una campaña de afiliación en los talleres donde no tienen representación', según criticó la federación del Metal ugetista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de febrero de 2001