El Salón de Arte Antiguo y Moderno de Barcelona, Antiquaris, celebra su 25º aniversario con una exposición de relojes domésticos del siglo XVIII. El salón, que abrió ayer sus puertas hasta el próximo día 11, espera recibir este año más de 40.000 visitantes. En esta feria participan más de un centenar de expositores que exhiben una selección de muebles, cuadros y tallas religiosas (como las de la fotografía), relojes, cerámicas y piezas arqueológicas, entre otros objetos. El número de expositores ha aumentado en un 15% respecto a la pasada edición.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de febrero de 2001