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La fusión de Bancaixa y la CAM sólo depende de una decisión política

La fusión de las dos grandes cajas valencianas, Bancaixa y Caja de Ahorros del Mediterráneo, ya sólo depende de una decisión política. El Consell apostó para que ésta fuera la legislatura de la fusión, una operación para la que existen tantos argumentos a favor como en contra, pero el tiempo corre en contra. Bancaixa apostó desde su modernización por la concentración y, si bien conocía la oposición de Alicante, confiaba en ir retirando obstáculos a la espera de que la fusión madurase. Desde Valencia se trabajó a favor de un pacto de no agresión con la CAM, con la Generalitat de árbitro, pero Alicante no sólo rechazó la mano tendida sino que sus decisiones siguientes elevaron un muro para evitar una operación que, de llevarse a cabo, debe abrirse paso en un escenario complejo, en medio de la implantación del euro y con una posible intervención del Tribunal de Defensa de la Competencia.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de febrero de 2001