Tres monjes de Montserrat considerados puntales de la actividad intelectual del monasterio han sido trasladados por decisión del abad, Josep Maria Soler, a otros centros de la comundiad benedictina. Se trata del teólogo Evangelista Vilanova, que ya se encuentra en el Casal Borja de Sant Cugat del Vallès; el historiador Hilari Raguer, una de las figuras más conocidas de Montserrat, y Andreu Soler, que ejercía responsabilidades administrativas, ambos destinados a la pequeña comunidad del Miracle, cerca de Solsona, según publicó ayer El Periódico.
El traslado ha sido interpretado como un castigo por la presunta intervención de los tres monjes en la divulgación de un conflicto interno en la comunidad benedictina de Montserrat, compuesta por 85 miembros. El traslado se produce apenas tres meses después de que trascendiera (EL PAÍS del 29 de octubre de 2000) que los dos últimos abades, Cassià Just y Sebastià Bardolet, habían tenido que dimitir por un conflicto interno motivado por comportamientos autoritarios y la existencia de conductas homosexuales en algunos monjes, constituidos como grupo de presión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de febrero de 2001