En respuesta a la carta publicada por su periódico el 27 de enero pasado y firmada por el señor Juan Rufo, quisiera decirle a mi paisano que, como él, he nacido en la localidad de L'Hospitalet de Llobregat. También vivo, trabajo, me he casado y tengo dos hijos en esta ciudad. Llevo toda mi vida conociendo esta población y me siento orgulloso de ella.
Claro que L'Hospitalet tiene problemas de espacio, vivienda y de muchas otras cosas, como le sucede a cualquier otra gran ciudad con semejante número de habitantes y falta de espacio. Pero no me negará el amigo Juan Rufo que esta ciudad ha hecho un cambio verdaderamente espectacular.
Tengo 37 años y he conocido otra ciudad de L'Hospitalet muy distinta, donde los gobernantes elegidos a dedo administraban un territorio desolador, con graves problemas de barraquismo, de desorganización urbanística, de alcantarillado, de delincuencia. Esos antiguos ediles sólo hacinaban a pobres en una ciudad pobre en todos los sentidos.
Ahora, creo, gracias a la labor de todos, estamos descubriendo una ciudad moderna, que intenta arreglar problemas en barrios muy difíciles por su estructura heredada.
Las personas empiezan a contar en esta urbe.
Invitaría al señor Juan Rufo a no marcharse de nuestra ciudad, a continuar siendo crítico y, así, entre todos seguir mejorando.
Creo que sería bueno hacer un ejercicio de memoria y recordar cómo estaban hace unos años los barrios de Bellvitge, el Sector Sanfeliu y Gran Via Centre para animarnos a seguir construyendo un entorno mucho mejor para nuestros hijos.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de febrero de 2001