Aspiraba el Madrid a seguir con su racha y se cruzó con el Unicaja, aspirante a alternativa consistente. El partido, duro e intenso, volvió a traer al Unicaja de antes, incómodo, guerrero y defensivo. Despues de las veleidades y concesiones al espectáculo ofensivo de la primera vuelta, Maljkovic y sus hombres se pusieron el traje del play-off con antelación. Luchan por contar con el respeto de todos y lo están consiguiendo. Da gusto ver el aspecto estético y ambiental del pabellón Martín Carpena, con sus 8.500 fieles. Para un juego como el del sábado, para un equipo que lucha contra el poder establecido, una afición numerosa y entusiasta resulta fundamental. No es casualidad que sean el Unicaja, el Pamesa y el Tau, respaldados por miles de ruidosos animadores, los más consolidados en el segundo vagón del baloncesto español.
Precisamente, el Tau se convirtió en un aspirante serio a la Euroliga con su victoria en Grecia. Éstos son partidos que deben marcar un antes y un después. Porque ganar en Grecia está sólo al alcance de los elegidos, sobre todo por la forma en que se produjo. Despues de tenerlo en el bolsillo, el Tau se lió hasta el punto de colocarse en una de las situaciones más complicadas que te puedes encontrar: en Grecia, un punto abajo, 20 segundos en el marcador y el balón en tu poder; la policía, rodeando el campo, y la certera suposición de que a los árbitros se les iba a tragar la tierra. Pero apareció Stombergas, hizo lo que pocas veces se ha visto en Grecia -dejarles callados- y el Tau dió un salto cualitativo en la consideración propia y ajena. Se convirtió en aspirante.
Hay otros aspirantes por ahí, pero nadie sabe muy bien quiénes son. El puesto de seleccionador está vacante desde que Lolo Sainz lo dejó -o le hicieron dejarlo, aspecto no aclarado- y aún falta mes y medio para saber en quién recae tal responsabilidad. Será por cuestiones publicitarias o porque el consejo de sabios no se decide. Imbroda, Aranzana, Comas, ¿Aíto, quizá?, incluso Sainz de Aja. Dedicación exclusiva o entrenador de club. Los posibles interesados callan en su mayoría, lo que no deja de ser curioso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de febrero de 2001