El presidente del Senado de la República Checa, Petr Pithart, regresó el sábado a Praga después de sostener una entrevista de seis horas con Fidel Castro que no sirvió para conseguir la liberación de los dos políticos checos detenidos en la isla desde el 12 de enero, pero sí para allanar el camino a una solución diplomática del caso. 'Considero que mi misión ha sido exitosa. Estoy convencido de que [ambos Gobiernos] tienen interés en solucionar el caso lo antes posible', afirmó Pithart tras reunirse con Castro.
El parlamentario, que llegó el lunes pasado a Cuba invitado por el mandatario comunista, dijo que esperaba que sus compatriotas Ivan Pilip y Jan Bubenik, acusados de haber mantenido 'contactos subversivos con grupos contrarrevolucionarios', regresen a su país 'en un tiempo razonable'. La reunión de Pithart con Castro tuvo lugar horas después de que el líder cubano insistiera en un discurso que Cuba desea recibir una disculpa por el incidente, que ha afectado las ya deterioradas relaciones entre La Habana y Praga. El presidente checo, Václav Havel, que fuera un disidente anticomunista, ha descartado hasta ahora esta solución condenando la detención, que ha provocado fuertes protestas de Washington y la UE.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de febrero de 2001