Terribles las noticias e imágenes que llegan de India, y quizas por ello la idea de esta carta pueda sonar a destiempo. Creo que la solidaridad internacional no debe dejar de llegar a los afectados (simplemente, sólo por la magnitud del hecho debería ser masiva y urgente), pero también, desde todas las instancias posibles, debemos recordar que ese Gobierno que ahora se ve desbordado y que por sus medios no podrá afrontar las labores de rescate y reconstrucción, participa en una loca y costosa carrera de armamento nuclear para intimidar a sus vecinos y 'preservar' sus fronteras. Fronteras que la fuerza de la naturaleza ha deshecho.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de febrero de 2001