La tercera edad comienza en España, oficialmente, a partir de los 65 años, la edad de jubilación. Las transferencias del Estado a este sector (que reúne al 16,75% de la población)supusieron en 1995 el 8,7% del PIB. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Consumo (INC), un 57% de los mayores declara que el dinero de que disponían disminuyó tras jubilarse. Con un ingreso medio por persona mayor de 65 años en España de 66.638 pesetas mensuales, más de la mitad de sus hogares están por debajo del umbral de la pobreza. Las residencias públicas les cobran entre el 75% y el 80% de su pensión. Su coste aproximado es de unas 255.000 pesetas al mes.
Aunque tengan un nivel medio de ingresos tan bajo, un 47% declara que reserva una parte para gastos futuro o ahorro. La mitad llega justo con lo que gana a final de mes. Y para ello, una parte (aproximadamente el 10% del total) ha tenido que privarse de necesidades básicas como ropa y comida. El estudio La tercera edad y el consumo recoge que mientras en la población en general el gasto en ocio, espectáculos y cultura va en aumento, este epígrafe disminuye entre los jubilados.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de febrero de 2001