Caja San Fernando generó el año pasado unos beneficios de 9.617 millones, un 37,3% más que en 1999, según un comunicado emitido ayer por la entidad. El resultado después de impuestos se quedó en 6.847 millones de pesetas, de los que la caja que preside Juan Manuel López Benjumea prevé destinar 1.647 millones (un 24%) a obra social y cultural.
La mayor parte de los beneficios se emplearán por tanto en aumentar las reservas de la caja y, en esta ocasión, la aportación al fondo de cobertura de posibles insolvencias será mucho menor que el año pasado, cuando destinó 3.500 millones, la mitad de los beneficios de 1999 a ampliar este fondo. 'La caja se adelantó al nuevo marco legal de cobertura de morosidad establecido por el Banco de España', explica la entidad en su comunicado.
'Las medidas adoptadas en ejercicios anteriores sitúan a Caja San Fernando en una excelente posición de solvencia y rentabilidad', según López Benjumea, añade el comunicado. De hecho, los recursos propios de la caja ascienden a 60.000 millones, 'superando en más de un 25% la norma establecida por la autoridad monetaria'.
La entidad, con 369 oficinas y 2.082 empleados, pretende consolidar en 2001 su red de atención especializada a empresas y fortalecer su expansión en Córdoba y Málaga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de febrero de 2001