El juez Joaquín Aguirre ha dictado el auto de apertura de juicio oral por el caso Grand Tibidabo contra los presuntos responsables de la descapitalización de la compañía por más de 11.000 millones. Entre los imputados destaca Javier de la Rosa, para quien el fiscal pide 13 años de cárcel, además de una multa de 550 millones. El auto asume las tesis del fiscal, que acusa penalmente a ocho personas, y acepta también la petición de una de las acusaciones particulares de incluir a la esposa de De la Rosa, Mercedes Misol, como autora de un delito de estafa o apropiación indebida.
En el nuevo escrito de acusación el fiscal también pide penas para el ex presidente de Grand Tibidabo, Joan Cruells (10 años de prisión); para el empresario Florencio Cerdá, 7 años; para al empresario Manuel Prado Colón de Carvajal, 4 años; para el colaborador de De la Rosa Arturo Piñana, 6 años; cuatro años para la abogada Carolina Malagelada; para el empresario Ramón Fiter, 4 años; y otros cuatro años para el directivo de Grand Península Miquel Soler.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de febrero de 2001