Boi Ruiz, director general de la Unión Catalana de Hospitales (UCH), que agrupa a los centros sanitarios públicos y concertados, evaluó ayer en unos 100.000 millones de pesetas el déficit anual de la sanidad pública catalana, lo que justificaría la existencia de largas listas de espera en los hospitales. La diputada socialista Carme Valls, afirmó, por su parte, que la cantidad en que se deben incrementar los presupuestos para acabar con las listas de espera se sitúa entre 10.000 y 15.000 millones de pesetas anuales, partiendo de los datos facilitados por el propio Departamento de Sanidad.
Tras calificar de positivo el registro de las listas de espera, lo que 'permite abordar la concertación y los contratos del año 2001 con criterios objetivos para cuantificar los ingresos económicos necesarios', Ruiz añade que la larga espera en algunas enfermedades 'evidencia con valentía la insuficiencia presupuestaria de la sanidad pública y la necesidad de un pacto de financiación más acorde con la evolución de las necesidades'.
A juicio del director de la UCH, la financiación de la sanidad está creciendo al ritmo del producto interior bruto, mientras que las necesidades de la población aumentan más deprisa. 'Es un problema de recursos, no sólo de mejora de la gestión. Se puede conseguir quizá un incremento de la eficacia, pero nunca se ganará con ello más de un 5%, una cantidad insuficiente para acabar con unas listas de espera en las que figuran 40.000 personas. El problema es de recursos y se solventa renegociando la financiación del sistema sanitario'.
De la misma opinión es el director del Consorcio Hospitalario de Cataluña, Carles Manté. 'Siempre habrá listas de espera, pero tienen que ser razonables', afirmó. Por 'razonable' entiende una espera de un mes o dos, como máximo de tres. Que la espera para una prótesis de rodilla alcance en algún centro seis años y medio, y que para una operación de cataratas haya que aguardar tres, le parece fuera de medida.
Manté sostiene que la labor llevada a cabo en los últimos meses para cuantificar y rebajar las listas de espera ha sido buena y permite disponer de datos sólidos, pero 'hace falta más dinero, en general para toda la sanidad catalana'. 'Hay que incrementar los ingresos procedentes de la negociación con el Gobierno central. La financiación pactada hace cuatro años es insuficiente y si no se dispone de más dinero acabarán apareciendo tensiones', concluye.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de febrero de 2001