Jugar al fútbol es cosa de fronteras, y si no, que se lo digan al equipo femenino de fútbol de la localidad oscense de Fraga, que ha visto cómo cinco años de esfuerzo se han ido al traste por la actuación de la Federación Aragonesa de Fútbol, que preside Óscar Flé. El equipo fragatino llevaba desde 1996 en competición, pero sus partidos debía jugarlos en Zaragoza. Las futbolistas tenían que desplazarse más de cien kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para poder jugar. Así que, como peligraba el resultado por el cansancio y el ajetreo de los desplazamientos, decidieron jugar con los equipos catalanes de Lleida, que está a 27 kilómetros. Tras un año de prueba decidieron inscribirse en la federación catalana y ahí comenzó el vía crucis. Como explica el entrenador de las futbolistas, Mariano Ferrer, 'jugábamos al lado de casa y decidimos apuntarnos a la federación catalana. Pero, claro, debía tener permiso de la aragonesa, y ésta lo ha negado'. Así que la federación catalana ya no les admite. El club no se ha quedado quieto. Todos los grupos del Ayuntamiento de Fraga, PP, PSOE y Par, han apoyado una moción en la que piden a las autoridades deportivas que intercedan para que las chicas puedan jugar. El club ha escrito una dura nota contra Óscar Fle y Antoni Puyol, presidente de federación Catalana de Fútbol, y a María Teresa Andreu i Grau, de la Federación de Fútbol Femenino, en la que, en tono irónico, agradecen sus esfuerzos por fomentar el deporte. 'Las fronteras existen', dicen, 'no sólo entre ecuatorianos, guineanos o argelinos, sino entre aragoneses y catalanes'. María Florenza Satorres, capitana del equipo de fútbol, añade que, a pesar de haber sido expulsadas, 'seguiremos las 24 jugando, si la ilusión no se pierde, porque practicamos el deporte que nos gusta por el placer de realizarnos como personas'.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de febrero de 2001