El Tau superó ayer su techo en Europa. Eliminó al Peristeri y se clasificó para los cuartos de final de la Euroliga. La operación no resultó llevadera. Acabar con un equipo griego nunca lo es, y el Baskonia se está acostumbrando a jugar en Atenas. En la siguiente ronda le espera el Olympiakos, un rival situado un peldaño más arriba en cuanto a historial que sus vecinos.
El Peristeri tampoco es un enemigo aconsejable. No por el ambiente de su pabellón -en Vitoria se vivió ayer una atmósfera más irrespirable que en Atenas, y con un arbitraje condicionado por el entorno-, sino porque bajo el disfraz de equipo dependiente de Alphonso Ford (máximo anotador de la Euroliga) tiene un carácter ganador muy apto para los finales al límite.
El Tau se ha clasificado gracias a dos buenas noches: en el primer partido Stombergas anotó un triple decisivo y en el segundo, el definitivo, el Tau se armó de paciencia, defensa y rigor para gestionar el último minuto con un cierto margen de maniobra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de febrero de 2001