El cantautor Lluís Llach ofrecerá cuatro conciertos sucesivos la próxima semana en el Teatro Olympia de Valencia, dentro de la gira de presentación de su último álbum, Temps de revolta. 'La génesis de este disco', reza el libreto, 'se sitúa la noche del 6 de mayo del año 2000 con el estreno de lo que querría ser una pequeña cantata dedicada a los países catalanes y a su futuro'. Germanies 2007, que así se llama la cantata estrenada en la plaza de toros de Valencia, ocupa la mayor parte del álbum. La razón de que éste no se llame también Germaníes es, según explicó su autor ayer en Ca Revolta, de Valencia, porque 'en Cataluña no entienden a qué te refieres con ese nombre, pero temps de revoltes lo entiende todo el mundo'. En esta gira, que incluye varias poblaciones valencianas ('llevo actuando en el País Valenciano desde 1968', subrayó), Llach interpretará algunos fragmentos de la cantata, junto a piezas del repertorio configurado desde 1969 hasta la actualidad. 'Hemos recuperado canciones que hacía mucho tiempo no cantaba', confesó Llach, a quien acompaña un quinteto con veteranos camaradas, como Laura Almerich (guitarra clásica y acordeón) o Dani Forcada (batería, percusión), junto a su sobrino Jordi (guitarras eléctricas, bajo), Edith Maretzki (violín) y Anna Comellas (chelo).
Llach, una de cuyas más bellas canciones se llama Amb el sonriure, la revolta, aseguró ayerque hay 'más necesidad de revueltas que nunca' y que, aunque 'en el escenario no se hace ninguna revuelta', en caso 'de un público dubitativo', aspira 'al menos a que salga del teatro con un cohete en el culo'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de febrero de 2001