El polifacético Herminio Menéndez -fue triple medallista olímpico como piragüista, colaboró con el Consejo Superior de Deportes y con el Comité Olímpico Español, fue presidente del Sporting de Gijón y director general del Sevilla-, que ahora ejerce de representante, facilitó al brasileño Edu la obtención de un pasaporte portugués 'por la vía rápida' que resultó falso en junio de 2000. Edu, que actualmente juega en el Arsenal, fue detenido en el aeropuerto de Londres y debió regresar a Brasil hasta que obtuvo la nacionalidad portuguesa por el cauce habitual, seis meses después.
Edu consiguió el pasaporte a través de un portugués a quien el propio Menéndez se ocupó de localizar. A cambio del documento, este intermediario -llamado Caldeira- se embolsó 40.000 dólares (unos siete millones de pesetas). 'Pero yo nunca supe que ese documento era falso', dijo ayer Menéndez.
Al conocer el caso, la comisión del parlamento brasileño que investiga la corrupción en el fútbol de Brasil, la CPI, envió en noviembre de 2000 dos emisarios a Lisboa que interrogaron a representantes del gobierno portugués, de la embajada de Brasil, el director de la Interpol en Portugal, y Herminio Menéndez. El ex piragüista dirige la oficina que posee en Madrid el representante uruguayo de jugadores Juan Figer, que además de ser agente de Edu es el representante más relacionado en Brasil con la trama de falsificación de pasaportes.
En junio de 2000, y ante los retrasos que sufriría el trámite de nacionalización de Edu -se preveían seis meses- Figer llamó a Menéndez para que agilizara la operación. El Arsenal, que quería contratar a Edu, le exigía la condición de comunitario. 'Yo me limité a contactar con unos abogados en Lisboa', relató ayer Menéndez; 'que estaban llevando los papeles por la vía rápida y que llamaron a Caldeira, a quien yo nunca conocí. De todas formas, este procedimiento era habitual en Portugal'.
Edu fue detenido en el aeropuerto de Londres. Su pasaporte portugués era manifiestamente falso. Pero Menéndez terminó bien: 'Edu regresó a Brasil y fichó por el Arsenal seis meses después. Como su abuelo nació en Portugal se obtuvo la documentación sin problemas. Tardamos seis meses desde julio. De la otra manera el plazo se reducía a la mitad'.
La crisis de los pasaportes se destapó el verano pasado en Varsovia, donde la policía detuvo a los brasileños Joao Alberto y Jorginho, del Udninese, por posesión de documentación portuguesa irregular. A los dos los representa Juan Figer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de febrero de 2001