La compañía petrolífera anglo-holandesa Royal Dutch/Shell alcanzó un beneficio neto de 12.364 millones de dólares (2,24 billones de pesetas, 13.466 millones de euros) en el año 2000, lo que supone un incremento del 64% respecto al ejercicio precedente, según anunció ayer la petrolera.
La facturación del año alcanzó los 191.511 millones de dólares (34,6 billones de pesetas, 208.457 millones de euros), con un aumento del 28% respecto a 1999, y el beneficio de explotación experimentó un ascenso del 60%. El buen ejercicio de la petrolera, como otras empresas del sector, se debe a la fuerte subida del crudo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de febrero de 2001