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51º FESTIVAL DE BERLÍN

Contundente Soderbergh

'Le respondo si usted me responde', retó Steven Soderbergh, director de ese fresco sobre el mundo de las drogas en América que es Traffic, a un periodista insolente. El reportero había preguntado al realizador estadounidense qué tipo de drogas tomaba él habitualmente o qué sustancias consumieron durante el rodaje él y su equipo, entre el que se encuentra Michael Douglas, Catherine Zeta-Jones o Benicio del Toro. El inquisidor contestó primero: 'Yo no tomo drogas, sólo vino de vez en cuando'. Soderbergh cumplió el trato y respondió después. 'Pues lo siento mucho por usted. En cuanto a mí, le puedo contar lo que no tomo, que es heroína y cocaína. Sobre el resto creo que no hay nada que no haya probado'.

Así de contundente, valiente y alegre se mostró ayer en Berlín el cineasta que el próximo martes puede conseguir una candidatura al Oscar por la mejor dirección gracias a alguna de las dos películas que ha hecho este año: Erin Brokovich, con Julia Roberts, o Traffic, que fue la que mejor acogida ha recibido en la capital alemana en los dos días que han transcurrido de festival. 'Creo que es peligroso tener esperanzas, he visto muchas cosas raras en la industria del cine', dijo este personaje rubio, avispado, con gafas de pasta negra y ganas de ponerse a rodar el domingo otra película con George Clooney, Brad Pitt y Andy García.

Soderbergh dio un repaso clarividente a varios temas. El del mundo de la droga, por supuesto: 'En mi país es un debate que se rehúye constantemente. George W. Bush no ha dicho cómo lo va a afrontar, si va a dar prioridad al tema sanitario o al policial', comentó. 'Mi película está dando origen a artículos en la prensa incluso de los que están en contra. Si esto ayuda a que por lo menos se hable del tema, me doy por satisfecho'. Y es normal, porque la ambiciosa obra de este director independiente aborda el tema desde el punto de vista de las víctimas, los que cocinan el cotarro en los gobiernos, los que venden las sustancias en las calles y los que la padecen.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de febrero de 2001